SALADITOS RICOS: PANEER

-Que levanten la mano los que quieran experimentar cosas nuevas…

-Que levanten la mano los que quieran experimentar cosas nuevas con comida…

-Que levanten la mano los que quieran experimentar cosas nuevas con comida en la cocina…

-¡Excelente! ¡Cuántas manos levantadas!

-Que bajen la mano todos aquellos que creían que mi propuesta tenía alguna connotación sexual…

-Bien: Sor Virtudes, Sor Magdalena y Sor Presa, vengan conmigo que vamos a hacer el experimento… Todos los demás… ¡deberíais haceros mirar eso… ¿eeeeeeeeeeeeh?!

Pues sí, de experimentos va la cosa porque llevo unas semanas que parezco una científica chiflada. Todo lo quiero probar y mezclar. Cualquier día se verán explosiones salir desde mi casa y yo apareceré tosiendo en el pasillo del edificio con la cara negra y el pelo chamuscado como en los comics. Resumiendo, ha merecido la pena porque todo lo conseguido es divino de la muerte.

Empezaré por el “Paneer” y en otras entradas continuaré con los otros descubrimientos.

El paneer es un queso fresco casero que se utiliza mucho en la cocina hindú. Es súper fácil y súper rápido de hacer. Además, la experiencia de estar preparando queso en tu propia cocina ya merece la pena por sí misma. Se suele usar en la elaboración de curry y a mí me gusta mucho añadirlo a las lentejas con leche de coco. Vamos con la receta. Fácil, fácil, fácil…

¡Ya me contaréis! Estaba una pastora, lara, lara, lararito…

INGREDIENTES PANEER

2 l de leche entera
Entre 2 y 2 ½ cucharadas de zumo de limón (veréis la cantidad necesaria al preparar el queso. Si no obtenemos la cuajada con 2 cucharadas, añadid poco a poco más)

MÉTODO

Ponemos la leche en una cacerola hasta que hierva.
Cuando empiece a subir la leche, sin retirar del fuego, le añadimos las dos cucharadas de limón poco a poco y movemos hasta que obtengamos la cuajada (tranquis, la leche no está mala, está cuajada simplemente, como más de un@…) Cuajará casi al instante. Si no cuaja, añadid un poquito más de limón hasta que cuaje sin parar de remover.

Ahora tenemos que separar la cuajada del suero de leche. Colocad un paño de muselina o un paño de cocina de algodón sobre una cacerola y verted todo (queremos conservar el suero de leche ya que tiene otros usos. Dejadlo en el frigo).

Una vez separada la cuajada, debemos estrujar el paño cuidadosamente, retorciéndolo por arriba para prensar un poco el queso y después lo colocamos sobre el grifo del fregadero, por ejemplo, para que suelte el máximo el líquido que aun quede en su interior.

Llegado este punto, mantenemos el queso bien apretadito dentro de nuestro paño de muselina y lo ponemos bajo algo pesado para acabar de prensarlo y darle forma. Yo rellené de agua la cacerola donde herví la leche y se la coloqué encima. Dejamos así el paneer durante 40 aprox.

Esta foto es de otro paneer, por eso no veis el paño de rayas. Usé una rejilla de cocina con dos pliegos de papel de cocina. Se hace muy bien también.

Transcurrido este tiempo… ¡ya está listo!!!! Lo troceamos en cubitos y lo usamos para preparar, por ejemplo...

¡Un sabroso shahi paneer!

*El suero de leche que queda yo lo uso para hacer pan. En lugar de agua echo la cantidad correspondiente en suero. Obtenemos un pan con mayor elasticidad y está riquísimo. En la India usan este suero para elaborar otras sopas, por ejemplo. El caso es reutilizarlo. Como en el cerdo se aprovechan hasta los andares… de este experimento también. ¡OLÉ!